jueves, 4 de julio de 2013

Dos pueblos…Tan diferentes…Tan parecidos.

Nos divertíamos como niños…llorábamos como adolescentes, sufríamos y sufrimos como adultos.

¿Cómo no te voy querer? Pueblo de la otra Orilla.

Si habíamos pasado, por todas las emociones existentes. Huracanes en explosión y un mar de sensaciones; el que bañaba aquellos instantes.

No sé, si era magia, locura o muchas ganas de vivir. ¡En tan poco tiempo!

 Dos pueblos, tan distintos y a la vez tan parecidos…han dejado huellas imborrables y difíciles de remplazar…

Solo nos guiábamos por el momento…el lugar…buscábamos señales y descifrábamos enigmas entre la multitud.  Ajenos al qué dirán,  donde nos encontrábamos.  Y mira que decían cosas la gente, algunos con las miradas y otros verbalizándolas.

Emitíamos, más señales que la que andábamos buscando. Los únicos,  que no nos dábamos cuenta éramos nosotros, no  veíamos nada, solo sentíamos, vivíamos aquel dulce y a la vez amargo momento  ¡Nada importo, nada malo quedo!

Era como,  ver a dos almas gemela…dos pueblos unidos bajo el mismo lema “La búsqueda de la verdad”

Si aun, este pueblo esta clavado en mi memoria y corazón. Cuando encuentre otro pueblo, donde pasen todas esas cosas y me haga sonreír...En fin… ¿Cómo voy a olvidar?

Pueblo, solo quiero que sepas lo mucho que te quiero, no cambies ni una coma, ni un punto…