sábado, 6 de julio de 2013

Enséñame a olvidar

Dijo: ¿a quién quiero engañar?

Así como comenzó su confesión conmigo.  Ayer nos vimos mi amiga y yo, para tomar unos helados…el tiempo acompañaba…Y…sobran las palabras para describir el calor que hacia y hace estos días.

Sentadas las dos, en una de las muchas terrazas que abundan cerca del rio Guadalquivir;  frente a la cuna del arte.  Se hacía de noche, y empezábamos  a notar la brisa fresca del verano.

Nuestra cita, no tenía otro objetivo que la intención de mi amiga a desahogarse otra vez conmigo. Contarme sus dudas y sus confusiones respecto a nuestra última charla.

¿Sabes lo malo amiga? Me dijo.

Es que no consigo olvidarme de él,  es mi primer y último pensamiento  del día.

Yo: ¡por qué! No comprendo.

Ella: no lo sé, por eso vengo a hablar contigo.

Yo: pero, si yo no tengo respuestas para ofrecerte y sé menos que tú en el arte de amar…todo me salió mal…solo puedo escucharte y prestarte mi hombro para apoyarte y un pañuelo para tus lágrimas.

En sus manos, llevaba una hoja escrita con su puño y letra. En ella estaba este poema.

Enséñame a olvidar.
este dolor
del recuerdo,
de unos ojos tristes
y a la vez llenos de vida.

Enséñame  a olvidar.
 el sonido
de unos latidos acelerados
 y a la vez quietos.

Enseña a mi corazón.

No me gusta,
estar confusa.
No me gusta,
el sentimiento de angustia.

No me gusta,
sentirme perdida.
No me gusta,
la sensación.

El reloj marca,
la hora.
El calendario,
La fecha.
mi corazón,
un sentimiento que no me deja vivir.

Enséñame a recordar.

Respirar,
sin sus recuerdos.

Por mucho que lo intento no lo consigo amiga mía, hay algo superior a mí que me lo impide así que ayúdame a olvidar.


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