sábado, 29 de junio de 2013

El regalo era para él…Ayer recibió un regalo…

Después de aquel silencio tremendo, de repente los dos soltaron una carcajada nerviosa.
 
Noa sabía que Abel nunca estuvo casado, pero eso no impidió que  la invadiera un sentimiento de ira y celos horroroso. Quería saber lo que estaba pasando; si  era una broma macabra o que su marido tenía un amante.


Abel, dijo:

- Escucha mi amor,  nunca quise decirte nada pero llevo años recibiendo este regalo cada 12 de abril. Que por casualidad es nuestra fecha de aniversario ahora.

Noa:

- ¿Cómo?  Y... ¿Por qué?

Abel:

- ¡Óyeme cariño! Tranquilízate y te lo explico todo.

Noa:

-  ¿Quién es Mina y qué relación tiene contigo?

Abel:

- Mi niña, te acuerdas que  esta casa era de mis abuelos y me la dejaron en herencia.

Noa:

- Claro que me acuerdo, como para olvidarlo si cada vez que viene tu madre me lo recuerda.

Abel:

- No vayas por las ramas cariño, ese no es el asunto que te quiero aclarar. Solo escúchame y lo entenderás todo.

La casa se construyo en 1912,  y durante varias generaciones estuvo viviendo la misma familia. Ella fue heredada de padres a hijos hasta mis días.

Por lo visto cuentan, que había una pareja  de enamorados en la familia. Un amor idílico, como un cuento de hadas ¡De película! No podían vivir el uno sin el otro.

 Hasta que por desgracia,  un día cerca del lago estaban los dos haciendo picnic. La mujer, se fue a lavar una copa para darle de beber a su marido y algo la arrastro hasta el fondo del lago. Nada se pudo hacer para salvarla.

Eso pasó  un día 12 de abril de 1938 que coincidía  también con el aniversario de la pareja. Por eso lo estaban celebrando en el lago. Desde aquel día y cada 12 de abril el marido venía recibiendo este conjunto como regalo.

Noa atónita y sin poder creer lo que sus oídos estaban oyendo dijo:

- ¿Y tú que pintas en todo? ¡No me asustes!

Abel:

- Por lo que me han dicho soy la viva imagen del marido de la muerta.

Noa:

- Ese hombre estará muerto también y me imagino que se habrán encontrado los dos en el Más Allá como dicen ¿NO?

Abel:

- No lo sé,  aunque creo que él se caso después con otra mujer. Así que me imagino que se iría con la última. Pero no me hagas caso, no entiendo muy bien toda esta parafernalia.

Noa:

- ¿Qué quiere de ti la señora entonces?

Abel:

- Que vaya con ella al lago.

Noa:

- ¡No digas eso! ¿Para qué?

Abel:

- Para celebrar el aniversario.  Lo tiene todo preparado en el mismo sitio y bajo el mismo árbol.

Noa:

- ¡Dios mío!  ¿Cómo la podemos ayudar para que te deje en paz? Dile que hable conmigo y que yo soy tu esposa.

Abel:

- No puedo.

Noa:

- ¿Por qué?

Abel:

- Porque me dijo que si no te alejas de mi te matará y yo no quiero que te haga daño,  mi amor.

Noa:

-¿Qué piensas hacer entonces?

Abel:

- Ir con ella hasta el lago para que te deje vivir. No soportaría tu muerte y prefiero que me mate a mí.

Noa, comenzó a llorar y ya no le salían las palabras de la boca. Eso era lo más hermoso que le habían dicho en toda su vida.
¿...?

Ayer recibió un regalo…


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