viernes, 12 de julio de 2013

Nour y el niño misterioso

Nour, en su afán de saber la verdad sobre el misterioso niño y así localizar a la supuesta madre y en su ímpetu por demostrar  que la historia contada  sobre  la Mujer del Rio no era cierta y que  tan solo era una leyenda para aterrorizar y confundir, se puso manos a la obra buscando cualquier señal que le indicara un mínimo rastro de aquel pequeño.

En el andén  número 24, comenzó preguntando a todo ser viviente que se cruzaba en su camino "¿Has visto a un niño vestido con unas bermudas azules y una camiseta blanca?"

No obtuvo respuesta  ninguna a su pregunta. No obstante, lo único que provoco fue que los pasajeros de la estación pensaran  que ella estaba loca.

A todo esto, el tren que transportaba a su amigo Abraham, había llegado a la estación puntual y ella no estaba allí para recibirle.

 Al final se encontraba con dos problemas a la vez:

Primero la falta de respuesta  sobre el extraño niño quien la iba a conducir a la tan ansiedad verdad para demostrar la leyenda.

Y segundo, la pérdida de la llegada  de su amigo  la cual llevaba meses esperando y organizando.

Desesperada, triste y con la mirada perdida en el horizonte. Se sentó en uno de los bancos de la estación de tren justo enfrente de la palmera que le señaló aquel niño que andaba buscando.

Con el simple deseo de la casualidad, la magia del momento o el destino le trajeran respuestas  a tantas preguntas e hicieran desaparecer  la angustia que le invadía por momentos.

Pasaron horas y ella seguía en la misma posición con la sensación de incertidumbre, de repente una mano toco su hombro llamándola  “Nour... "

El andén número 24…


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