Gina Amaro Rudan es una genio. Ella escribió un libro muy
popular llamado “Practical Genius” (Genio Práctico). Sin embargo, ella
no siempre fue una genio; de hecho ni siquiera la consideraban tan inteligente.
Un día, cuando Gina
estaba en tercer grado en su escuela católica, algunos niños fueron movidos a
una sala mucho más linda, la que había sido diseñada para los niños más
talentosos de la clase. Gina esperó que mencionaran su nombre para ir allá,
pero nunca sucedió.
Una de las monjas
le explicó a la madre soltera y trabajadora de la pequeña que a pesar de ser
una niña dulce, académicamente era sólo promedio. Su madre, a quién le habían
destrozado las esperanzas puestas en su pequeña, le dijo que tenía que
esforzarse más.
Así fue como
esforzándose más y prestándole atención a las habilidades que tenía, Gina se
puso un desafío a sí misma para los años que vendrían.
De Niño Prodigio
a Corporativo Perdedor
Mucha gente puede relacionarse a la historia de Gina Amaro Rudan, pero al revés. En el colegio y en la universidad, eran talentosos, los más queridos por los profesores y los más destacados. Pero al enfrentarse a la vida laboral, son sólo promedio o incluso, menos que eso.
Mucha gente puede relacionarse a la historia de Gina Amaro Rudan, pero al revés. En el colegio y en la universidad, eran talentosos, los más queridos por los profesores y los más destacados. Pero al enfrentarse a la vida laboral, son sólo promedio o incluso, menos que eso.
Partir una carrera
con el pie incorrecto no es tan trágico como suena. Sí, puede que pases malos
ratos y sea emocionalmente muy difícil adaptarte, pero con el paso del tiempo,
no querrás cambiar nada de lo que te tocó vivir.
¿Por qué? Porque si
no hubieras tropezado, no te hubieras levantado, ni tomado en serio los cursos
de capacitación ni los consejos de la gente que sabe más. La suma de todas esas
cosas pueden derrotar a cualquier persona que sea débil, pero a las más
fuertes, sólo potenciará su pasión por lo que eligieron para sus vidas.
Aprender de tus
errores, te hará mejorar cada día más en todos los aspectos de tu vida y
transformarte en un gran profesional.
El fracaso
resuena para siempre
Con el paso de los años, muchas personas te dirán que no son los éxitos los que impactan más en tu vida, sino los fracasos. Tendemos a recordar lo malo y eso es lo que nos hace pensar. Si es que recientemente te despidieron, humillaron frente a otros o te dijeron que nunca lo lograrías, no dejes que la negatividad te embargue y te haga pensar que tu carrera se acabó. En la realidad, esto sólo será un impasse que te ayudará a darle forma al profesional en que te transformarás.
Con el paso de los años, muchas personas te dirán que no son los éxitos los que impactan más en tu vida, sino los fracasos. Tendemos a recordar lo malo y eso es lo que nos hace pensar. Si es que recientemente te despidieron, humillaron frente a otros o te dijeron que nunca lo lograrías, no dejes que la negatividad te embargue y te haga pensar que tu carrera se acabó. En la realidad, esto sólo será un impasse que te ayudará a darle forma al profesional en que te transformarás.
De la misma manera
que la cicatriz que te quedó en la rodilla por caerte de la bicicleta cuando
tenías 8 años, los fracasos serán una marca de tu autenticidad como persona y
como profesional. Hablar de ello te proveerá una dosis refrescante de humildad
en un mundo lleno de autopromoción y luchas de egos. Grandes profesionales
partieron desde muy abajo y tropiezo tras tropiezo, se levantaron una y otra
vez, llegando cada vez más alto.
Así que siéntete
orgulloso de tus fracasos, porque son ellos los que te llevarán al éxito!