¿Sabes qué?
El día 24 y 25, hable
con un pajarito que me reveló que estabas esperando un mensaje de tu diosa de
la paz. Deseo confesar que era el pájaro más hermoso que había visto en mi
vida.
Por consiguiente, y sin pensarlo dos veces me dispongo a
escribir el tan ansiado mensaje para enviártelo con mi paloma mensajera.
¿Sabes qué? Cuando abras
el pequeño pergamino que lleva atado en su pata encontraras algo diferente.
Hoy quiero contarte otro secreto, pero esta vez es especial, muy especial. Quiero
narrar con pocas palabras un sentimiento, una ráfaga de sensaciones y lo bien que lo hemos pasado y disfrutado de la compañía de unas
personitas muy especiales.
Hemos aprendido el valor del amor incondicional, las ganas de
vivir sin pedir nada a cambio, la de superación, el querer compartir los
momentos e instantes de felicidad y por supuesto lo maravilloso que ha sido
vivir esta experiencia.
Sigo con el corazón palpitando y las manos temblorosas redactando
este escrito, por el temor a no estar a
la altura de poder demostrar el mismo amor incondicional y compartir la misma
sensación.
Nunca mejor dicho, fue una experiencia religiosa. Un hurra
por lo diferente, otro por el amor incondicional.
Mi más sincero respeto y admiración a todos y cada uno de
ellos.
KheCrea © 2013