Y yo buscando el destino en otra parte, cuando lo tenía
delante de mis ojos…tan ciega he estado que ahora me siento tan pequeña a su
lado, tan insegura y avergonzado por mi
comportamiento de niña chica.
Nunca en mi vida me he alegrado ni me alegrare tanto de
cometer un error o una injusticia en contra de alguien, como la que cometí
aquel fatídico día por tener un mal momento. “Y digo lo SIENTO en mayúscula
porque necesito que me perdones antes de seguir”.
Cualquiera pensaría que estoy loca o soy una mala persona
por alegrarme por ello, y yo le responderé que fue el error más bello de mi
vida, me llevo a descubrir una verdad que andaba buscando en el viento y
escribiéndole cartas al destino para que me mande señales, las cuales estaban
delante de mis narices y yo no las veía nunca porque siempre andaba mirando en el sitio equivocado.
Mi ceguera no me dejaba ver el paraíso que tenía frente a mí
y mucho menos apreciar las señales que me lanzaba con tanto amor y dedicación…navegando
por sus pensamientos y adentrándome en su alma voy descifrando más aun el
inmenso amor, calidad humana, el ser maravilloso que habita en el y su duende. Eso hace que todo me ser tambalea…me invada el
sentimiento profundo de cada silaba pronunciada, me recrimino el tiempo perdido
aunque dicen que nunca es tarde si la dicha es buena.
Caprichos del destino,
que casi, nos
juega una mala pasada.
sin rumbo fijo andaba
sin luces de camino y a oscuras.
Sin amaneceres…pensaba...
Amaneciendo sin horizonte,
lo hacía lejano....
¡Dudaba!
Sin mañana de sol, me repetía....
Despertando…
Caminando…
Comenzando…
Caprichoso del destino………
Me rindo……
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