El
anteproyecto ha conseguido poner de acuerdo a emprendedores, inversores,
autónomos y expertos. Todos coinciden en calificarla de escasa. Creen que se
han quedado medidas importantes en el tintero y que hay que mejorar algunas
propuestas.
Fomentar la inversión privada, regular la figura de los business angels, impulsar la innovación y la internacionalización con deducciones, entender que la universidad ha de ser el mayor generador de empresas y proyectos de investigación, etcétera. Muchas de estas medidas que llevan reclamando emprendedores y autónomos se contemplan en la nueva Ley, pero para la mayoría las propuestas se quedan cortas. Expertos, emprendedores, autónomos e inversores reconocen que con esta Ley vamos por el buen camino, pero creen que debería mejorarse en muchos aspectos y echan de menos algunas propuestas.
Raúl Mata, fundador y CEO de eGauss, la valora como un paso excelente pero cree que el Gobierno ha perdido la oportunidad de realizar un cambio decisivo para las generaciones futuras porque no ha profundizado en temas como la formación, el establecimiento de ayudas fiscales a la contratación y los incentivos para los inversores privados, entre otros. Esta es sólo una de las muchas opiniones que ha suscitado una norma que se ha hecho esperar y que de no mejorarse, según los expertos consultados por EXPANSIÓN, llegará a frustar a aquellos que apuesten por crear su propia empresa.
Apoyo a la iniciativa emprendedora.
Son aspectos orientados al fomento de la cultura emprendedora desde las
primeras etapas educativas y en la universidad. Una iniciativa que todos alaban
pero que algunos como la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (Ceaje)
espera que no se quede sólo en buenas intenciones. "Esperemos que se vaya
más allá de una mera referencia curricular en los distintos niveles educativos,
y buscar fórmulas diferentes con la implicación directa de empresarios. La Ley,
por tanto, pierde la ocasión de establecer criterios homogéneos, tal vez por el
marco de competencias en materia de educación".
En este
mismo apartado, la norma trata las distintas figuras societarias a las que
puede acogerse el emprendedor. Introduce dos: empresario de responsabilidad
limitada que acota la obligación sobre los bienes inventariados excluyendo los
personales; y la sociedad limitada de formación sucesiva que permite una
reducción drástica en los costes de constitución pero que, según José Manuel
García Collantes, presidente del Consejo General del Notariado, puede provocar
la creación de sociedades infracapitalizadas: "No es bueno para el
emprendedor porque, a pesar de que no tiene la obligación de pagar los 3.000
euros en el momento de la constitución de la empresa, sí que tendrá que aportar
ese capital en el futuro y, en caso de no tenerlo, deberá responder con sus
bienes".
Medidas de apoyo a la financiación.
Según Ceaje, éste es el gran problema y, sin embargo, no se apunta en este
epígrafe la solución. "Se deja escapar la oportunidad de articular un
mecanismo de financiación a través del ICO completado con sistemas de garantía
pública que cubran parte del riesgo, y alivien y aligeren los criterios de
seguridad y aval que exige la banca comercial". Javier Collado, director
general de la Fundación Incyde, también considera la medida escasa y cree que
habría hecho falta alguna acción que implicara de verdad a la banca.
"Cierto es que existe la línea ICO, pero sería bueno que los bancos
tuvieran sus líneas propias".
Sin embargo, Jordi Vinaixa, profesor
de Esade, no considera que éste sea el problema. En su opinión, "se
critica la Ley porque no abre suficientes vías de crédito, cuando lo que se
debería hacer es estimular más a los inversores privados". Manuel Balsera
Emprendedor e inversor Balsera considera que la Ley no ataca el problema de fondo.
Como business angel no cree que se vaya a fomentar la
inversión privada con los incentivos fiscales que contempla la norma, porque es
difícil asumir un riesgo tan alto por una exención de 9.000 euros. Para Antonio
Rami la mejor financiación la aportan los clientes,
"pero para conseguir llegar a ellos hay que ser viable.
Necesitamos impuestos más bajos. Más
que ayudas, requerimos deducciones. No defiendo las subvenciones porque
pervierten el sistema". Bajo este capítulo también se contempla un plan de
pago a proveedores que para Ceaje es especialmente criticable porque, "sería
mucho más efectivo recurrir a mecanismos punitivos para la Administración que
no cumpla con sus obligaciones de pago en tiempo y forma y dé oportuno curso a
los compromisos que la Ley de Morosidad establece".
Otro de los puntos sobre los que no
coinciden los protagonistas de esta Ley con los legisladores es, curiosamente,
el concepto de emprendedor. Raúl Mata cree que "lo primero que falta es
definir bien qué es un emprendedor en nuestro país. Si es aquel que empieza
ahora o el que lleva luchando en el mercado y desarrollando un producto o un
servicio durante tres años". Y es que la norma no deja clara la
definición, hasta el punto, según los expertos, de que se pueden comprender
dentro de la misma figuras como los directivos de grandes compañías.
El problema para Carlos Balsera es que no se ha hecho una Ley ajustada a la realidad. "No se ha establecido un plan estratégico que identifique los sectores que generen más empleo y sean más productivos; y tampoco se ha cuantificado el efecto que tendrá la norma". Rami cree que la norma "la han hecho personas que no han emprendido nunca y no se han enfrentado a los problemas que supone crear de cero una empresa". En resumen, para los actores a los que afecta el anteproyecto, esta Ley suspende.
Las últimas críticas de los autónomos "La letra sonaba pero la música desafina". Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), describe de esta manera una Ley "que puede generar frustración si no se mejora".
El problema para Carlos Balsera es que no se ha hecho una Ley ajustada a la realidad. "No se ha establecido un plan estratégico que identifique los sectores que generen más empleo y sean más productivos; y tampoco se ha cuantificado el efecto que tendrá la norma". Rami cree que la norma "la han hecho personas que no han emprendido nunca y no se han enfrentado a los problemas que supone crear de cero una empresa". En resumen, para los actores a los que afecta el anteproyecto, esta Ley suspende.
Las últimas críticas de los autónomos "La letra sonaba pero la música desafina". Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), describe de esta manera una Ley "que puede generar frustración si no se mejora".
Ha pasado una semana desde que el
Gobierno presentara el informe del Anteproyecto de la Ley de Emprendedores, y
en estos días los actores implicados en la norma han tenido tiempo de
desgranarla y reflexionar sobre las medidas que propone. Pese a las voces que
apuntan a que esta iniciativa sólo beneficiará a los autónomos, desde ATA se
denuncia que el impacto que tendrá en estos profesionales será escaso. "El
pago del IVA con criterio de caja, la simplificación de las cargas
administrativas, y el control de la relación en los pagos de las contratas a
las cadenas de subcontratas son las propuestas más positivas", explica
Amor. Sin embargo, la norma no tiene en cuenta que de 346.000 emprendedores que
surgen cada año en España, sólo 100.000 se constituyen como empresa y el resto
funcionan como autónomos. Además, "en este país tenemos la manía de ligar
el concepto de emprendedor con los jóvenes y con los que crean compañías",
critica.
Denuncia las carencias de la Ley en
aspectos como el fomento de la inversión privada, y advierte de la letra
pequeña de la figura de sociedad de responsabilidad limitada porque "no
contemplan las deudas contraídas con anterioridad a la transformación en ese
tipo de empresa". "La Ley tiene avances importantes, pero se nota que
la ha escrito alguien que no ha emprendido nunca", sentencia Amor.
Fuente: Expansion.com
Fuente: Expansion.com